8 ene 2019

INIMPUTABILIDAD, EL DEBATE ETERNO


Una vez más los argentinos asistimos a un nuevo debate sobre el tema de la inimputabilidad y la participación de menores en delitos graves, generándose una nueva discusión sobre la edad de los mismos, su capacidad para comprender la criminalidad del acto, el aprovechamiento de adultos que los “usan” para delinquir, los lugares de detención, etc.

Hemos escrito mucho sobre estas problemáticas como la delincuencia juvenil, minoridad, inimputabilidad y las acciones que deberían implementarse con fines preventivos más que represivos, por lo que vamos a insistir en la necesidad imperiosa de que se abra un debate serio y profundo sobre estos hechos delictivos de jóvenes, adolescentes y hasta niños, con manifestaciones de violencia cada vez más preocupantes. Debatamos sobre la edad, si la bajamos a 14 o 15, los delitos que quedarían incluidos, las penas máximas aplicables, los lugares de detención, etc. pero también incluyamos en el debate lo que es fundamental frente a toda conducta antisocial, las causas que conducen a la marginalidad y criminalidad.

Decíamos en una nota que publicamos hace más de diez años que “quienes nos dedicamos a estudiar y escribir sobre estos temas, muchas veces no encontramos respuestas para quienes, desde la posición de víctimas, han padecido su accionar, su comportamiento delictivo, su violencia, su falta absoluta de respeto por la vida. ¿Qué le podemos explicar desde el conocimiento criminológico a una anciana que ha sido golpeada salvajemente por un menor?, ¿qué le podemos decir a quién sufrió la violencia de un casi niño que armado estaba dispuesto a todo?”.

A quienes resultaron víctimas no les interesan las teorías ni las explicaciones de juristas, sociólogos, criminólogos u otros especialistas, solo exigen acciones y soluciones concretas frente a lo que han padecido. Podemos explicarles que “la imputabilidad es la capacidad psíquica de culpabilidad, es decir, comprender la antijuridicidad de sus actos y adecuar su conducta a esa comprensión, y lo entienden perfectamente bien”, pero se dificulta mucho conseguir que entiendan que para la ley ese joven que armado ingresó a su casa, golpeó, amenazó y hasta mató, no comprendía la criminalidad de sus actos ni podía adecuar su conducta a esa comprensión.

Son muchos los aspectos que debemos analizar y modificar en nuestra legislación y su aplicación penal para los menores, y seguramente llevará tiempo avanzar en los cambios que se requieren para lograr un régimen normativo adecuado, pero muy poco lograremos si se sigue debatiendo esta problemática con fines electorales, como reacción momentánea o con demagogia.

La sociedad exige desesperadamente que enfrentemos un debate amplio y profundo sobre esta grave problemática, pero de manera integral porque de nada sirve el remedio si no atendemos las causas que han generado su necesidad. Si no lo hacemos así, seguirá siendo un tema de debate eterno.-

3 comentarios / Hacer un comentario:

Anónimo dijo...

Coincido con usd, que no se trate este tema porque se vienen las elecciones, es un tema muy delicado y debe tratarse por el bien de todos los argentinos que ya estamos asqueados de tanta inseguridad

Anónimo dijo...

Coincido con usted que tambien hay que estudiar las causas de la delincuencia y trabajar en eso, pero mientras tanto que hacemos con estos menores que matan, roban, violan, ettc sin ningún freno? los dejamos libres por que son menores? algo hay que hacer con esas lacras, con esas escorias que se aprovechan de ser menores y hacen lo que quieren. Algo hay que ser y yo me inclino por encerrarlos en cárceles como a cualquier delincuente por que eso es lo que son, delincuentes, no niños ni adolecentes.

Anónimo dijo...

Hoy la Argentina está pasando un muy mal momento no solo por el coronavirus sino por la inseguridad, y hay mucha gente que se está armando y están respondiendo con armas el ataque de los delincuentes. Varios casos de ladrones muertos y ciudades que ponen en sus calles carteles anunciando que los van a matar en vez de llamar a la policía. Es casi como el oeste lo que está pasando en el país, el gobierno mira para otro lado por desgracia.