Muchas ..son .las .críticas. que .en .este. último tiempo se han emitido sobre el accionar y conducta de la fuerza policial, en un momento donde la inseguridad en casi todo el país está alcanzando índices francamente preocupantes. En este verdadero clima de temor y hasta pánico generalizado, la población no se siente acompañada -y menos aún protegida- por una institución policial que es permanentemente acusada por ineficiencia, lentitud, inoperatividad, abusos y hasta complicidad con determinados personajes del mundo del delito, que “arreglarían” para poder “trabajar” tranquilos.
Los gobiernos se esfuerzan en dotar a las policías de mayor equipamiento tecnológico, armamento, mejores vehículos, etc. incrementando también en forma permanente el número de hombres que integran sus filas. Pero no alcanza. Tal vez el esfuerzo que seguramente se realiza desde lo presupuestario para concretar estos avances, no sea similar a lo implementado en el campo de la preselección y formación de los recursos humanos que integrarán la misma. Podemos tener una policía excelentemente equipada, pero si los hombres que la componen carecen de integridad personal y profesional, es poco y nada lo que vamos a lograr.
La policía es sin dudas, una de las piezas fundamentales del Estado, al punto que algunos afirman que es más importante que el mismo ejército, puesto que un país puede vivir prácticamente sin ejército pero jamás sin policía. Al decir del ilustre Gregorio Marañón, “es más importante que las organizaciones legislativas y económicas, dado que todas ellas pueden suspenderse durante cierto tiempo, sin que el país sufra gravemente, a condición de que su policía se conserve intacta”.
Es indispensable contar con una policía capacitada humana y profesionalmente, a efectos de evitar los abusos, atropellos, pasividad e ineficiencia por las que hoy la sociedad reclama a gritos. Se sabe que en cuanto al rol de la patrulla policial, aquella famosa investigación realizada en Kansas City, EE.UU. (The Kansas City Preventive Patrol Experiment, Washington DC, Police Foundation) se ha determinado que un gran porcentual del tiempo destinado a esa actividad se dedica a otras funciones no relacionadas con lo estrictamente policial. Asuntos personales, traslados de compañeros a sus domicilios particulares o donde cumplen adicionales, etc. encabezan la nómina de uso indebido que se hacen de los patrulleros que deberían estar cumpliendo funciones móviles propias de la patrulla.
Corresponde a los responsables o superiores de cada Unidad Departamental ejercer un control estricto en ese sentido, objetivo que también ayudaría a cumplir esa necesaria interrelación entre la institución policial y la comunidad, ya que los mismos vecinos pueden aportar datos de tales conductas en los subordinados que residen en sus barrios.
La policía debe inspirar confianza en la población, no sospechas, y de esta manera poder implementar distintos programas preventivos como parte de esa interrelación con la comunidad, sensibilizando a la misma sobre el rol que puede jugar en la prevención del delito.
La población debe asumir ante el creciente fenómeno de la delincuencia un mínimo de responsabilidades, y la policía, debe evidenciar mayor eficiencia en su accionar.-
Artículo Relacionado:
Los gobiernos se esfuerzan en dotar a las policías de mayor equipamiento tecnológico, armamento, mejores vehículos, etc. incrementando también en forma permanente el número de hombres que integran sus filas. Pero no alcanza. Tal vez el esfuerzo que seguramente se realiza desde lo presupuestario para concretar estos avances, no sea similar a lo implementado en el campo de la preselección y formación de los recursos humanos que integrarán la misma. Podemos tener una policía excelentemente equipada, pero si los hombres que la componen carecen de integridad personal y profesional, es poco y nada lo que vamos a lograr.
La policía es sin dudas, una de las piezas fundamentales del Estado, al punto que algunos afirman que es más importante que el mismo ejército, puesto que un país puede vivir prácticamente sin ejército pero jamás sin policía. Al decir del ilustre Gregorio Marañón, “es más importante que las organizaciones legislativas y económicas, dado que todas ellas pueden suspenderse durante cierto tiempo, sin que el país sufra gravemente, a condición de que su policía se conserve intacta”.
Es indispensable contar con una policía capacitada humana y profesionalmente, a efectos de evitar los abusos, atropellos, pasividad e ineficiencia por las que hoy la sociedad reclama a gritos. Se sabe que en cuanto al rol de la patrulla policial, aquella famosa investigación realizada en Kansas City, EE.UU. (The Kansas City Preventive Patrol Experiment, Washington DC, Police Foundation) se ha determinado que un gran porcentual del tiempo destinado a esa actividad se dedica a otras funciones no relacionadas con lo estrictamente policial. Asuntos personales, traslados de compañeros a sus domicilios particulares o donde cumplen adicionales, etc. encabezan la nómina de uso indebido que se hacen de los patrulleros que deberían estar cumpliendo funciones móviles propias de la patrulla.
Corresponde a los responsables o superiores de cada Unidad Departamental ejercer un control estricto en ese sentido, objetivo que también ayudaría a cumplir esa necesaria interrelación entre la institución policial y la comunidad, ya que los mismos vecinos pueden aportar datos de tales conductas en los subordinados que residen en sus barrios.
La policía debe inspirar confianza en la población, no sospechas, y de esta manera poder implementar distintos programas preventivos como parte de esa interrelación con la comunidad, sensibilizando a la misma sobre el rol que puede jugar en la prevención del delito.
La población debe asumir ante el creciente fenómeno de la delincuencia un mínimo de responsabilidades, y la policía, debe evidenciar mayor eficiencia en su accionar.-
Artículo Relacionado:
Al respecto, incluyo en este post una serie de sugerencias que me han enviado integrantes del Consejo Asesor de Seguridad Urbana para su difusión en este espacio.
MEDIDAS SUGERIDAS PARA SU PREVENCIÓN
Þ Si va a contratar personal temporario (jardineros, pintores, albañiles, etc.) extreme los cuidados de conocer perfectamente con datos personales y domicilio verificados a quién contrata y facilita el acceso a su vivienda. Evite además entrar en demasiadas consideraciones con el mismo respecto a sus condiciones personales y familiares, en especial con respecto a sus ingresos económicos, sus fechas de cobros, quiénes viven en la residencia, cuándo la casa queda sola, etc.
Þ Aunque se trate de personas de confianza, también evite hacerle comentarios a su personal doméstico. Muchas veces el mismo, sin mala intención, repite sus dichos ante personas que podrían significar un riesgo para usted, su familia y su vivienda. La discreción absoluta es el mejor consejo para evitar que con intención o no se difunda dicha información.
Þ Mantenga el frente, parte trasera y laterales de su vivienda totalmente desmalezados, sin arbustos, árboles frondosos, escombros, chatarras ni nada que facilite que los delincuentes puedan esconderse ahí. De igual manera, mantenga limpio, desmalezado y perfectamente iluminado su patio, pode las plantas que dificultan la visión desde y hacia adentro. Utilice lámparas bajo consumo luz blanca para poder dejarlas toda la noche.
Þ No arroje basura, chatarras ni ningún tipo de objetos a sitios baldíos, descampados, etc. Exija a su Municipalidad que se mantengan los espacios públicos iluminados, desmalezados, etc. ya que es obligación del gobierno municipal cumplir con esos servicios y por los cuales usted está pagando un impuesto o tributo.
Þ Si se va a ausentar de su domicilio jamás deje luces prendidas en el interior o exterior de la misma en horarios diurnos, eso evidencia claramente que no hay habitantes en la vivienda. Acuda a un vecino o persona de su confianza para que las encienda solamente en horario nocturno. En la medida de lo posible, que se vaya alterando los horarios de encendido y apagado para evitar que se conozca esa rutina.
Þ Tenga siempre a mano velas o luces alternativas como faroles tipo luz de noche para aquellos casos en que se corte la luz. La oscuridad facilita la labor delictiva.
Þ No se confíe en dejar durante su ausencia el televisor o la radio encendidos. Estadísticamente se ha comprobado que dicha medida no arroja resultados positivos y sólo evidencia que no hay nadie en la vivienda.
Þ En la medida de sus posibilidades económicas instale alarma en su vivienda. Si bien no garantiza totalmente que no resulte víctima, se ha demostrado que estadísticamente son mayores los domicilios robados sin alarma que aquellos que cuentan con dicho dispositivo.
Þ Si observa personas que no conoce en las proximidades de su residencia, grupos o patotas, merodeadores, linyeras, cartoneros, etc. no dude en comunicarse con la Policía. Si su llamado no obtiene respuesta favorable denuncie en su Comisaría lo sucedido, ya que la Policía tiene la obligación de acudir ante situaciones que podrían constituir un posible hecho delictivo.
Þ Denuncie a los comercios de su barrio que expenden bebidas alcohólicas en horarios de restricción, en especial a aquellos que permiten sin estar autorizados como bar o confitería que se consuman dichas bebidas en el frente del negocio. Denuncie también al comerciante que permite permanentes reuniones de personas o grupos en su local. No ingrese a los comercios donde se encuentran personas sin ninguna función propia del negocio. Desconfíe de aquellas personas que están observando mientras usted realiza una compra.
Þ Las puertas y/o portones de su residencia deben permanecer con llave o candado las 24 hs. No abra jamás a personas desconocidas. Extreme los cuidados con quienes dicen ser personal de la Municipalidad, TELECOM, APROSS, PAMI, ANSES, etc. Ante la duda, no abra la puerta y verifique telefónicamente la veracidad de éstos. No confíe en tramitadores especiales, agentes o promotores supuestamente de dichas instituciones. Verifique siempre en la institución correspondiente si dicha administración reconoce a esas personas como facultadas para realizar esos trámites a domicilio.
Þ Proceda de igual manera con los vendedores ambulantes. No permita el acceso a su vivienda a personas desconocidas bajo ningún punto de vista.
Þ Convenga con su vecino de confianza algún tipo de señal especial (un silbato, una luz determinada, golpes en la pared divisoria, etc.) para cuando suceda algo en su domicilio. Ante la señal el receptor de la misma dará aviso a la Policía en forma inmediata.
Þ Si lo consultan telefónicamente por algún tipo de encuesta, medición de rating, censo, etc. no brinde ningún tipo de información. Jamás informe sobre sus ingresos económicos, cuándo se ausentará de la casa, quiénes viven con usted, etc.
Þ No compre ningún tipo de electrodomésticos u otros objetos de cierto valor a vendedores ambulantes. Desconfíe de lo que aparentemente es una muy buena oportunidad y recuerde que el comprar objetos robados es también un delito. Si conoce a quien está realizando estos ofrecimientos denúncielo aunque sea en forma anónima.
Þ No acceda a peticiones como el pedido del teléfono para hacer una llamada, permiso para ingresar al baño, autorización para descansar en su patio, etc.
Þ No se confíe de quiénes dicen ser portadores de un mensaje de algún familiar, amigo o vecino. No les permita el ingreso a su vivienda.
Þ Intente identificar a sus electrodomésticos (colocación de un número marcado en su interior, nombre con pintura, etc.) a efectos de facilitar en caso de robo su reconocimiento y dificultar la labor delictiva de posterior comercialización.
Þ Si debe asistir al banco a realizar cualquier operación de extracción como cobrar jubilaciones o pensiones, trate de hacerlo en compañía de otra persona. Extreme los cuidados en la salida de la institución bancaria.
Þ Extreme sus medidas de prevención y exija de las autoridades policiales de su jurisdicción el patrullaje permanente en su barrio, en especial en horario nocturno.
Consejo Asesor por la Seguridad Urbana