Los Kirchner, con el mismo ex presidente a la cabeza, han sufrido una importante derrota en los distritos más importantes del país como Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Capital Federal y hasta en su propio terreno, como es la provincia de Santa Cruz. Pero parece que no lo han advertido, o no lo quieren advertir.
Sabemos que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver, ni peor sordo que aquel que se niega también a oír. Y eso es lo que me parece que define hoy a muchos de nuestros políticos gobernantes.
Mientras Néstor Kirchner pone en escena la payasada de renunciar a la presidencia del PJ, la presidenta Cristina Fernández, sin dudas la más destacada ciega y sorda en este momento, ha tratado de minimizar la derrota con un jueguito de números -al mejor estilo Moreno-, para terminar concluyendo, casi como una burla, que triunfaron a nivel nacional.
Son tan mezquinos, prepotentes y soberbios estos gestos y comportamientos, que no tenemos ninguna duda sobre la incapacidad que evidencian para escuchar el mensaje del pueblo. No les importa, no les interesa nada más que su enfermizo apetito por mantenerse en el poder, aún a espaldas de la opinión popular.
Si nos pudieron mentir, engañar y defraudar en tantas cosas como el INDEC, la inflación, el dengue y ahora la Gripe A, era más que esperable que enlodaran con sus fétidos argumentos el mensaje que el pueblo les quiso dejar en las urnas. Fue un llamado de atención, un gesto de castigo por la manera en que se están conduciendo y gobernando, pero no quieren verlo ni oírlo.
Son los ciegos y sordos que no quieren ver ni oír.-